¿Soy rara si no me gusta estar con gente?
Es completamente normal cuestionarte si eres rara por no disfrutar de la compañía de otras personas. Este sentimiento es más común de lo que piensas y puede estar influenciado por varios factores personales y sociales. En este artículo, exploraremos las posibles razones detrás de este sentimiento y ofreceremos algunas estrategias para manejarlo.
Entendiendo tus preferencias sociales
Primero, es esencial reconocer que cada persona tiene un nivel de comodidad diferente en cuanto a la interacción social. Algunas personas se sienten con más energía y felices al estar rodeadas de gente, mientras que para otras puede resultar agotador.
Esto no te hace rara, simplemente tienes una personalidad que se inclina más hacia la introspección y la tranquilidad.
Factores que pueden influir
Existen distintos factores que pueden influir en que no estés a gusto cuando estás con otras personas, veamos algunos:
- Introversión: Si eres una persona introvertida, es natural que prefieras actividades solitarias o con un pequeño grupo de personas cercanas.
- Experiencias pasadas: Cuando a lo largo de nuestra vida, y especialmente cuando somos más pequeñas, hemos tenido experiencias desagradables o dolorosas en nuestra relación con los demás es normal que no nos sintamos del todo cómodas relacionándonos con otras personas.
- Ansiedad social: La ansiedad en situaciones sociales puede hacer que prefieras estar sola para evitar el estrés y el malestar. La ansiedad social suele tener su razón de ser en las experiencias pasadas que mencionamos en el punto anterior.
- Neurodiversidad: Cada vez hay más consciencia de que la normalidad a nivel de perfiles neurológicos es un mito. Para algunas personas, especialmente en el espectro Autista, la interacción con otros puede ser una experiencia muy demandante y por lo tanto agotadora.
- Necesidades emocionales: Algunas personas encuentran que estar solas les permite recargar emocionalmente y reflexionar mejor sobre sus experiencias y sentimientos. Por el contrario hay personas que evitan estar solas porque siente que no pueden manejar esas emociones.
- Preferencias personales: Simplemente puede ser que disfrutes más de tus propias actividades y proyectos que de la compañía constante de otras personas. A veces, y especialmente cuando tenemos la autoestima bajita, podemos estar tan centradas en agradar a los demás que no nos planteamos si realmente queremos estar con esas personas. Si no es el caso, es normal que no te guste estar con ellas.
Estrategias para aceptar tus preferencias y sentimientos
Intenta olvidarte de la idea de que «Hay una forma correcta o normal de ser y sentir«, pese a que la sociedad y contenido que consumimos a veces nos hace sentir que no somos como deberíamos ser, la realidad es que no hay una forma de ser que sea la normal y todos vivimos las cosas por dentro de forma distinta. Es por eso que es importante que:
- Aprendas a aceptarte como eres: Reconoce y acepta tus preferencias sobre cómo, cuánto y con quien te relacionas sin juzgarte a ti misma. No hay nada de malo en disfrutar de tu propia compañía. Aceptarte tal y como eres es el primer paso hacia el bienestar emocional.
- Conoce lo que te gusta: Identifica las situaciones sociales que disfrutas y aquellas que prefieres evitar. Busca un equilibrio que te haga sentir cómoda. Esto podría significar participar en eventos sociales solo ocasionalmente o en contextos específicos donde te sientas segura y relajada.
- Conéctate de otras maneras: Si bien prefieres estar sola, puedes mantener conexiones significativas a través de medios menos intensos, como mensajes de texto, redes sociales o llamadas telefónicas. La tecnología ofrece múltiples maneras de mantener el contacto sin necesidad de estar físicamente presente.
Cuando buscar ayuda
Cada vez son más las personas que acuden a terapia para crecer, superar sus dificultades y sentirse más cómodas con ellas mismas. Si sientes que tu preferencia por estar sola está afectando negativamente tu vida diaria o tus relaciones, considera hablar con un profesional. La terapia puede ayudarte a entender mejor tus sentimientos y desarrollar estrategias para manejarlos. Un terapeuta puede ofrecerte herramientas para enfrentar situaciones sociales de manera que te sientas menos ansiosa y más segura.
Reflexión final
Recuerda, no eres rara por no disfrutar de la compañía de otras personas. Cada uno de nosotros tiene diferentes necesidades y preferencias sociales, y lo importante es encontrar lo que funciona mejor para ti y tu bienestar. La clave está en entenderte y aceptarte a ti misma, y en buscar un balance que te permita vivir de manera plena y satisfactoria.
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