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En este artículo vamos a hablar de el papel de la Aceptación en el desarrollo y mantenimiento de una buena salud mental.

Si habéis estado leyendo los artículos de este blog probablemente os hayáis dado cuenta de que la Aceptación es un concepto que aparece una y otra vez.

Esto se debe a que desde hace unos años su papel en el tratamiento de problemas psicológicos así como en el desarrollo de una mejor salud mental es cada vez más reconocido.

Así que veamos de que va todo esto de la Aceptación.

Qué es la Aceptación?

Imagina que es sábado por la mañana, hoy has planeado ir de picnic con tus amistades, pero cuando miras por la ventana ves que está lloviendo y no tiene pinta de que vaya a dejar de hacerlo.

La realidad es que va a llover todo el día. Si ante esto tu estado de animo se va al garete por todo el día y te machacas de vez en cuando con que «maldita sea yo hoy tenía planes de picnic y por esta lluvia ahora no puedo, que asco de vida». No estás aceptando.

Si en cambio, cuando ves que llueve te sientes decepcionada, triste o incluso enfadado. Pero te dices algo así como «bueno, me hubiese gustado hacer picnic, pero qué le voy a hacer, hoy llueve». Estás aceptando.

Como definición podemos usar la de Russ Harris -prominente figura en terapia de Aceptación y Compromiso- en su libro «ACT made simple» significa:

  • «Abrirse a nuestras experiencias internas (pensamientos, imágenes, recuerdos, sentimientos, emociones, impulsos, sensaciones corporales) permitiéndoles ser tal y como son, independientemente de que sean placenteras o dolorosas. Nos abrimos a la experiencias y le damos su espacio, dejamos de luchar con ellas y les permitimos que vengan y se vayan libremente, a su propio ritmo»

Si leísteis el artículo sobre como la evitación es uno de los combustibles del malestar psicológico, probablemente os deis cuenta de que la aceptación casi es lo inverso a la evitación.

Así que en realidad estamos hablando de la Aceptación de la experiencia.

A un nivel práctico significa tomar contacto pleno de forma abierta, sin defendernos ni juzgarlas, con nuestras experiencias internas (sean deseables o no).

Qué NO es la Aceptación

La aceptación no significa aceptar de forma pasiva nuestra situación vital, dar por perdido todo y no hacer nada por vivir mejor o más acorde a nuestros valores.

Los tres componentes de la Aceptación

Para darle un poco más de «chicha» al concepto seguimos con Russ Harris, este propone que pensemos en la Aceptación como algo que comprende 3 fases que se solapan.

Reconocer

Reconocer la existencia de una experiencia, ya sea agradable o desagradable. Darnos cuenta de que está ahí y observarla con curiosidad poniéndole nombre sin juzgarla.

Algunos ejemplos serían: «Tengo miedo», «Me sudan las manos», «Siento vergüenza», «Me siento impaciente», etc.

Permitir

Una vez hemos reconocido lo que estamos experimentando el siguiente paso es permitir que este ahí, dejarla estar, «vive y deja vivir» en versión experiencia interna.

Puede sonar así: «No me gusta sentirme así, pero lo voy a dejar estar», «Preferiría no tener ansiedad pero bueno, dejo que me acompañe», «Ese pensamiento me resulta desagradable pero no tengo que hacer nada con él».

Acomodar

La última y más difícil fase consiste en acomodar la experiencia. Esto quiere decir darle el espacio que necesita, encajamos con ellas y les permitimos quedarse tanto tiempo como tengan que quedarse.

Porqué es importante (o necesaria) la Aceptación para poder vivir bien?

Una de las respuestas más evidentes a esta pregunta es que, en la vida, todos experimentamos sufrimiento. Pasamos por duelos, sentimos miedo, estrés, decepción; salir de la zona de confort nos genera ansiedad, etc. Ser capaces de estar «bien» con esta realidad es fundamental.

Si nuestra tendencia ante el malestar es evitarlo o negarlo, empobreceremos nuestra vida de manera notable.

No solo aumentamos el riesgo de desarrollar o agravar cosas como depresión, fobias, trastorno de pánico, estrés crónico y ansiedad generalizada, entre otras condiciones que se alimentan de nuestra incapacidad para reconocer, aceptar y regular nuestras emociones, sino que también nos resultará muy difícil afrontar situaciones fuera de nuestra zona de confort, incluso aquellas que podrían conducirnos a una vida más plena.

Por supuesto, nadie decide activamente fastidiarse la vida. Estas tendencias a la evitación o la no aceptación son patrones de respuesta que adquirimos con el tiempo, generalmente porque no hemos tenido la oportunidad de aprender estrategias más efectivas para gestionar el malestar.

Además, nuestro cerebro es experto en el proceso de resolver problemas y tienda a intentarlo siempre que puede. Por ello, cuando experimentamos algo desagradable, nuestra reacción automática es «hacer algo» para reducir, eliminar o evitar esa experiencia. Por desgracia, con las emociones, sensaciones y pensamientos, estas estrategias no solo no funcionan, sino que terminan intensificando y cronificando el malestar.

Cómo podemos mejorar nuestra Aceptación?

Para poner en práctica y mejorar nuestra Aceptación de la experiencia existen varias cosas que podemos hacer.

Práctica técnicas de Mindfulness

El mindfulness es una herramienta muy eficaz y poderosa a la hora de tomar una mayor consciencia sobre nuestros estados internos. Es decir Reconocer lo que estamos experimentando.

Esta consciencia se basa en la observación sin juicio ni manipulación de aquello que «es» en nuestra experiencia presente. Ser capaces de poder observar sin juzgar y sin querer controlar una experiencia es una de las características principales de la aceptación.

Si buscáis por internet es probable que encontréis centenares de técnicas para mejorar vuestra capacidad Mindfulness. Una de las más sencillas sería la siguiente:

  • Sentados o tumbadas en una postura cómoda, pero que nos mantenga despiertos, ya sea con los ojos abiertos o con la mirada fija, dirigimos nuestra atención al proceso de la respiración, prestando atención, por ejemplo, a las diferentes sensaciones físicas del aire entrando y saliendo de nuestro cuerpo.
  • En repetidas ocasiones, nuestra atención se verá atrapada o arrastrada por pensamientos, recuerdos, imágenes, sensaciones u otras experiencias. En cuanto nos demos cuenta de esto, lo reconocemos y volvemos, sin juzgarnos, a prestar atención a la respiración.
  • Podemos hacer esto durante el tiempo que queramos practicar. Normalmente, sesiones de 10-20 minutos, dos veces al día, son un buen ritmo al que apuntar.

Ejercicios como este harán que podáis tomar consciencia de vuestra experiencia en el momento de manera cada vez más eficaz.

Reconciliándonos con nuestras emociones

Aceptar implica reconocer y darle espacio a todos nuestros estados emocionales, incluso aquellos que no nos gustan o que nuestro contexto critica. Esto no quiere decir que pierdas todas las inhibiciones y vayas por ahí pegando a la gente solo por que «aceptas que estás enfadada».

Lo que quiere decir es que poder escucharnos y saber reconocer qué estamos sintiendo sin querer evitarlo, controlarlo o suprimirlo nos permitirá hacer hueco a nuestras emociones, nos responsabilizaremos de ellas y permitiremos que nos informen de aquello que necesitamos en cada momento.

Cuando somos capaces de estar en contacto con nuestra tristeza, nuestro enfado, nuestra vergüenza y nuestro miedo, estas emociones no solo dejan de controlarnos y llevarnos a actuar de forma impulsiva o inconsciente, si no que además nos permiten reflexionar, conocernos mejor y actuar de una manera que a la larga nos va a hacer vivir de una forma más plena y satisfactoria.

Si quieres puedes leer más aquí sobre el papel de nuestras emociones o cómo gestionarlas.

El proceso de reconciliarnos con nuestras emociones puede ser difícil por cuenta propia debido a los sesgos y puntos ciegos que todos tenemos, acudir a terapia puede ser una de las mejores maneras de conseguirlo.

Permítete sentir

Siguiendo la estela del último punto puede ser un ejercicio muy interesante y con mucho potencial el exponerte poco a poco a aquellas situaciones que te generan sensaciones que sueles evitar y permitirte sentirlas en el momento.

Si te permites tener miedo, estar nerviosa o sentir rechazo, por ejemplo, en los momentos en los que suelen aparecer estas sensaciones en lugar de evitarlas te estarás exponiendo cada vez más a situaciones que pueden ampliar y mejorar tu experiencia vital.

Por ejemplo si evitas iniciar conversaciones con gente porque te pone nervioso y no quieres sentir nervios, nunca lo podrás hacer. En cambio si te permites sentir nervios, podrás iniciar esas conversaciones aunque estés nervioso. Y con el tiempo probablemente cada vez te resulte más fácil y no te pongas tan nervioso.

Cuando te permites sentir, Aceptas y haces hueco a emociones y sensaciones que forman parte de la experiencia de vivir en lugar de verte manejado por la evitación limitando tu rango de acción y experiencia vital.

Por supuesto esto es fácil de decir pero difícil de hacer, especialmente al principio. Pero con práctica y recordando que todo lo que tienes que hacer respecto a estas sensaciones es «nada» poco a poco irán fluyendo y te será más fácil sobrellevarlas.

Conclusión

La aceptación es una de las herramientas clave a la hora de prevenir y reducir el malestar psicológico, así como permitirnos vivir una vida más plena, satisfactoria y acorde a nuestros valores.

Aunque a veces es contra-intuitiva porque nuestra tendencia natural ante emociones y sensaciones difíciles es querer manipularlas, suprimirlas o evitarlas. A la larga es la mejor estrategia para que dichas experiencias no se cronifiquen o nos generen un sufrimiento mayor al estrictamente necesario.

El proceso, pese a ser muy positivo, puede ser difícil de iniciar ya que en ocasiones es desarrollar un músculo que nunca hemos entrenado. Practicar meditaciones o ejercicios de tipo Mindfulness de observación de la experiencia puede ser un buen primer paso. Leer acerca de aceptación también.

Pero si quieres realmente darle un boost a tu proceso de mejora personal no dudes en probar la terapia y contáctanos. Cada vez más gente va a terapia y descubre que es algo que puede tener un impacto maravilloso en sus vidas.

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