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Qué son las emociones?

La palabra «emoción» viene del latín emovere, describe por tanto un fenómeno relacionado con la movilidad, con el pasar a la acción. Partiendo de esta base podemos empezar a ver qué papel juegan en nuestra experiencia vital.

Las emociones, seamos conscientes o no, guían nuestra conducta.

Los 3 componentes de las emociones

Para descubrir para qué sirven las emociones, vamos primero a explorar los 3 componentes que las forman:

1- Componente cognitivo (Lo que pienso)

Son los pensamientos, imágenes, recuerdos, que suelen surgir ante la presencia de determinadas emociones.

Se ha observado que cuando nos encontramos tristes, por ejemplo, solemos tener más pensamientos con carga emocional relacionada con la tristeza y los recuerdos que evocamos van teñidos también de esta emoción.

2- Componente comportamental (Lo que hago)

Ante los distintos estados emocionales, nos veremos movidos o impulsados a realizar ciertas conductas, muchas veces sin darnos cuenta siquiera.

Por ejemplo si tenemos miedo puede que nos de por salir corriendo, escondernos o quedarnos paralizados. O si estamos tristes puede que queramos quedarnos en casa bajo el edredón.

A veces, la forma en la que reaccionamos a ciertos estados emocionales se puede tornar problemática, por ejemplo, si ante las sensaciones físicas de la ansiedad me pongo a beber alcohol o a comer guarradas y no hago nada para resolver la situación que me genera la ansiedad es probable que me atasque en un bucle de conductas que solo hace que empeorar mi situación.

3- Componente Fisiológico (Lo que siento)

Este componente describe los distintos cambios que ocurren en el funcionar de nuestro organismo ante distintas respuestas emocionales.

El miedo puede que acelere nuestro corazón y tense nuestra musculatura, quizá acelere nuestra respiración. La ansiedad puede hacernos sudar o cerrarnos la boca del estómago. La tristeza nos puede hacer sentir pesados y faltos de energía.

¿Para qué sirven las emociones?

Como hemos visto las emociones sirven para movernos hacia ciertas conductas.

En respuesta a estímulos externos (o internos) nuestro organismo -cerebro, sistema nervioso, órganos y cuerpo- inicia una serie de cambios en los 3 componentes anteriormente descritos que en última instancia tienen como objetivo guiar lo que hacemos con tal de mejorar nuestra capacidad de supervivencia.

Esta capacidad de supervivencia está un poco anticuada porque se desarrolló cuando vivíamos en pequeñas comunidades nómadas.

Pese a los problemas que a veces acarrea el hecho de que nuestro contexto, por lo general, no sea el mismo que entonces, todavía nos ayuda.

Veamos cómo, en el caso de las emociones básicas que sobre las que existe un amplio consenso en las culturas occidentales hoy en día.

Tristeza

La tristeza suele aparecer ante situaciones en las que nos sentimos desamparados o en las que hemos experimentado una pérdida.

Esta pérdida puede ser la muerte de un ser querido, una separación, de un trabajo, un cambio vital notable, etc. En general simboliza el cambio de una forma en la que antes transcurría nuestra vida a otra distintas que, normalmente, no anticipábamos.

La tristeza nos invita a retirarnos y reducir nuestra actividad. De esta manera tenemos tiempo para pasar el duelo, reorganizar nuestra vida, reunir recursos y procesar lo ocurrido.

Además despierta la compasión y ayuda por aquellos que nos rodean, de manera que fomenta el que nos den apoyo y recursos.

Por desgracia, la tristeza está mal vista en esta sociedad donde la meta es «ser feliz» o «funcional». Esto nos lleva a que cuando estamos tristes queremos que se nos pase lo más rápido posible, o nos negamos a sentirlo y por lo tanto evitamos estar en soledad, o parados. Nos dedicamos a organizar mil actividades, comer compulsivamente, drogarnos, limpiar, etc.

Si no le damos el espacio que necesita probablemente se nos quede dentro aunque ya la hayamos «olvidado» y acabe surgiendo de forma inesperada más adelante en nuestras vidas.

El miedo

El miedo es la alarma natural de nuestros cuerpos. Se activa ante el peligro percibido y nos moviliza a la acción o a prestar atención.

El miedo sirve para prepararnos a huir, escondernos, quedarnos inmóviles y/o prestar atención a las señales que puedan indicar cuan cerca o presente está el peligro.prestar atención

Pese a todo, el miedo no siempre surge ante situaciones en las que nuestra integridad física está en peligro. También surge cuando nuestra integridad social o psicológica está en riesgo.

Es por eso que puede que a la hora de bailar en público nos bloquee ya que no queremos quedar en ridículo y acabar así con una imagen del tipo de persona que somos. O puede que no le digamos algo a alguien que nos gusta porque si nos rechaza nuestra percepción de valía se pueda ver amenazada.

Pese a que el miedo puede ser incómodo, especialmente ante situaciones sociales, es una emoción extremadamente útil.

Debemos saber que hacer que el miedo desaparezca es prácticamente imposible, si no queremos que nos controle deberemos dejarlo estar y ser capaces de actuar, aún sintiéndolo. Sólo así, haciendo las cosas, aunque sea con miedo, nos iremos acostumbrando a su presencia y no interferirá tanto ni con tanta fuerza.

Ira/Enfado

Esta emoción aparece en respuesta a situaciones que percibimos como hirientes, de maltrato o de victimización.

Nos activa y nos moviliza a la acción para defendernos o defender a alguien o algo que nos importa.

Está en la base de aquello que conocemos como Límites y que nos sirve para proteger lo que es nuestro, y hacerle ver a la otra persona donde está el límite que no vamos a dejar que cruce.

El enfado está muy mal visto tradicionalmente en sociedad, especialmente en las mujeres. Es por eso que mucha gente lo reprime y al hacerlo no pueden realmente regular sus emociones.

Para muchas personas la dificultad a la hora de experimentar y/o expresar su enfado se traduce en que de vez en cuando tienen momentos de ira explosiva donde por alguna razón, por pequeña que parezca, pierden las formas de manera exagerada.

Esta situación normalmente se da en personas que de normal no expresan su enfado de forma cotidiana.

Ansiedad

La ansiedad es una emoción enfocada en el futuro. Nos sirve para prepararnos de cara a futuros eventos negativos o peligrosos.

Guía nuestra atención a anticipar y prever señales de peligro.

Aunque a veces si no sabemos gestionar bien la emoción y comprender como funciona nuestra mente es fácil que acabemos entrando en dinámicas perniciosas como el pensamiento en bucle o las conductas adictivas.

Preguntas emociones

Puedes echarle un ojo a este post que pusimos en nuestro Instagram para encontrar preguntas que puedes hacerte para sacar lo mejor de tus emociones:

Cosas que puedes aprender de tus emociones by Oscar

Si no funciona bien puedes verlo mejor aquí.

Finalizamos

Hemos visto a grandes rasgos para qué sirven las emociones.

Como hemos dicho las distintas emociones nos impulsan a la acción, ya sea de comportamientos físicos o comportamiento a nivel atencional/cognitivo.

Tenemos que prestar atención a cómo nos sentimos, para ello hay que parar de vez en cuando. A veces cuando vamos super ajetreadxs, no paramos nunca, siempre con planes o mucho trabajo, lo hacemos a costa de que nuestras emociones se estén quedando olvidadas, y se nos acumule por dentro hasta que petamos.

Si tienes dificultades para estarte quieta en casa, si estar solo te agobia, probablemente estés en modo «evitar mis emociones».

Las emociones se sienten en el cuerpo, no hay que intentar suprimirlas o controlarlas, necesitan fluir. Muchas veces nos traen valiosa información sobre lo que necesitamos, especialmente cosas que queremos cambiar en nuestra vida.

Cada vez más gente acude a terapia para trabajar sus emociones. Si tu te encuentras con dificultad para lidiar con tus emociones, acudir a terapia es siempre una buena opción.

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