Introducción
A veces podemos sentir cosas como «no soy suficiente», «no estoy a la altura«, «no puedo competir con ellxs» o «probablemente no pueda hacerlo».
Otras veces puede que ni siquiera seamos conscientes de que realmente nos sentimos así, pero a la hora de enfrentar:
- Asuntos laborales:
- No nos atrevamos a pedir un aumento
- No sepamos decir que no por miedo a que nos despidan
- No nos atrevamos con puestos de mayor responsabilidad
- En nuestras relaciones sociales
- Sentimos que no somos tan «X» como los demás
- Que somos aburridxs
- Que tenemos que mantener la conversación viva
- En nuestras relaciones sentimentales
- Que tenemos quedar el 110% de nosotrxs a la otra persona
- Que tenemos que evitar generar conflicto
- Nos sentimos insegurxs
- Tenemos miedo a que nos abandonen por otra persona
Estos son sólo algunos ejemplos de como se puede manifestar la sensación de que no somos suficiente.
Esto puede suceder cuando de alguna manera hemos aprendido que para poder ser válidos; como hijxs, como pareja, como hombres, como mujeres, como personas; hay que cumplir con una serie de requisitos.
La autoexigencia
Estos requisitos son completamente subjetivos, probablemente los hayamos adquirido a lo largo de nuestra vida, y principalmente durante las etapas de desarrollo.
Serán creencias explicitas o implícitas como:
- Tengo que alcanzar el éxito, de esa manera mi vida no sera un fracaso
- Tengo que ser un empotrador
- Tengo que hacer las cosas bien
- Tengo que ser siempre divertido y entretener a los demás
- No debo enfadarme, es de mala persona
- Tengo que aportarle todo a mi pareja
- Debería poder con todo lo que me echen encima
- Tengo que darlo todo o otros lo pasarán mal
- Etc.
Aunque las intenciones de algunas de estas ideas puedan ser «buenas», si nos aferramos a ellas de forma rígida y sentimos que al fallarlas -porque inevitablemente vamos a fallar- no somos válidos, estaremos poniéndonos bajo una presión enorme.
No solo la presión será alta porque nuestra valía como personas está en juego si no que además esta presión, esta autoexigencia nos hará estar más nerviosos y nerviosas y por lo tanto afectará el cómo funcionemos en cada uno de estos ámbitos.
¿Por qué siento que no soy suficiente?
Bueno, dependerá de la historia personal de cada persona.
Puede que hayamos crecido en un hogar en el que nuestras principales figuras de apego solo nos mostraban su atención y/o afecto cuando cumplíamos ciertas normas.
El afecto y la atención eran una moneda de cambio. Si cuando ante el dolor te callabas el llanto te decían que «muy bien mi chico, que fuerte eres que no lloras». O sólo te felicitaban o interesaban por tí cuando sacabas buenas notas o eres la mejor en algo. O te dijesen algo como «Con ese genio no te va a querer nadie!»
Puede que en tu hogar ocurriesen otras cosas que impidiesen que tu fueras visto o valorada. Puede que un familiar estuviese enfermo de gravedad, puede que la situación económica fuese muy difícil, puede que alguno de tus hermanos o hermanas recibiese más atención.
Puede que en algún momento te sintieras abandonado o abandonada e interiorizaras que no eras suficiente par ellos.
Puede que aprendieses que las apariencias lo que mostramos de cara para fuera son muy importantes, y hemos siempre de mostrar una imagen impoluta o favorable.
Puede que algún compañero del colegio hiciese un comentario hiriente sobre tu cuerpo, tu forma de ser, y te sintieras muy solo en el momento.
Puede que sufrieses un desengaño amoroso en tus primeras relaciones muy doloroso.
En resumen, a lo largo de nuestras primeras experiencias puede que hayamos sentido que no somos válidos tal y como somos, si no que hay ciertos requisitos que tenemos que cumplir para ser válidos. De lo contrario no nos querrán, nos dejarán de lado o seremos un fracaso como personas.
¿Y qué hago?
Un primer paso será empezar a interiorizar la idea de que para ser válido no hay una serie de requisitos que tienes que cumplir. De hecho serás valorado por terceras personas en base a su propia experiencia y visión subjetiva, y por lo tanto la valoración externa siempre será distinta y es imposible agradar a todo el mundo.
Dado que no vas a contentar a todo el mundo siempre, porque es imposible (y si lo intentas va a ser a costa de tu integridad, energía y necesidades). Lo siguiente que hay que cuidar y desarrollar es la autovalía, la autoestima. Aprender que como persona eres válido o válida de serie, nadie es perfecto. Puede que haya aspectos en los que quieras mejorar, pero eso no quiere decir que estés incompletx.
Valorarse implicará la aceptación de nuestras diferentes facetas, algunas de las cuales hemos dejado de lado o rechazamos con fuerza porque estaban «mal» o no son «deseables». Si nos aceptamos como somos, con nuestros lados «bonitos» y los «feos», empezaremos a sentirnos suficiente.
Además al aceptarnos nos quitaremos gran parte de esa autoexigencia, y por lo tanto toda esa presión y angustia por cumplir y nos será mucho más fácil alcanzar nuestros objetivos y desenvolvernos con soltura en las distintas areas de nuestra vida.
No podemos ganar siempre
Vamos a experimentar separaciones, rechazo y fracasos. Es parte de la vida.
Relaciones
Intentar agradar a alguien a toda costa, es un juego peligroso. No seremos realmente nostrxs. Nos pasaremos por encima, ignoraremos las cosas que nos hacen mal, nos sacrificaremos y probablemente en algún momento la cosa no funcione. Y entonces nos sentiremos heridos y cabreadas porque no se nos ha valorado.
No todo el mundo busca lo mismo, incluidas nosotras. Con algunas personas vamos a conectar y encajar y ese vínculo durará lo que dure. Dependiendo de nuestra historia, de nuestro momento vital nos encajaran unas cosas u otras.
Carrera
A nivel de desempeño socioeconomico o laboral. Vamos a cometer errores, habrá momentos en los que simplemente no podamos, porque humanamente no se puede, y otros en los que no podamos porque aún estamos aprendiendo.
Vivir estos momentos como algo natural, una vez más eliminará una presión excesiva que probablemente no esté ayudando nada.
Social
En el aspecto social repetimos la misma idea, no podemos agradar a todos. Sólo aceptando quienes somos, podremos actuar con naturalidad, y en esa naturalidad los demás nos verán como realmente somos.
No hay nada escrito, no hay una lista de requisitos universales.
Las personas que ante nuestra autenticidad se queden a nuestro lado, nos aprecien, encajemos, lo harán de forma genuina y nosotros no tendremos que estar todo el tiempo performando o preocupándonos de mostrar una faceta u otra.
Terminamos
Hemos visto distintas formas en las que podemos sentir que no somos suficiente, cómo ciertas creencias alimentan esta sensación, estas creencias estipulan que para ser válidos como personas hemos de cumplir ciertos requisitos. Requisitos que muchas veces son imposibles de cumplir y si lo hacemos es en base a negar nuestras emociones, nuestros cuerpos o quienes somos.
Es probable que estas creencias las interiorizáramos durante experiencias primarias de nuestra vida.
En última instancia, no hay normas rígidas, el valor emana de nosotrxs mismxs. Esto no es solo un cliché, es la única forma de poder existir de forma sana y funcional.
Con algunas personas encajaremos, con otras no. A lo largo de la vida cometeremos errores y habrá veces que no podamos. Entender y respetar esto hará la vida menos tortuosa y nos hará más capaces.
Éste proceso de aceptación, de autoconocimiento, es largo y puede ser difícil de emprender por nuestra cuenta, pero merece muchísimo la pena. La terapia siempre es un recurso muy valioso, al que cada vez más gente recurre, que facilita las cosas ayudándonos a salvar puntos ciegos y utilizando los conocimientos de la psicología en nuestro beneficio. Si estás interesado o interesada, contáctanos.
«Este artículo puede contener enlaces de afiliados de Amazon. Si realizas una compra a través de estos enlaces, recibiré una pequeña comisión sin coste adicional para ti. Esta comisión nos ayuda a mantener el sitio y seguir ofreciendo contenido de calidad.»
